EL PAPA INVOCÓ AL NIÑO JESÚS DE PRAGA PIDIENDO POR LA UNIDAD Y LA CONCORDIA DE LAS FAMILIAS
Benedicto XVI: “Los niños el futuro y la esperanza de la humanidad”
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PRAGA (27-09-2009).- “Invocando del Niño a Jesús el regalo de la unidad y la concordia por todas las familias. Pensamos especialmente en aquellas familias jóvenes, que han tenido que hacer muchos esfuerzos para darles a los hijos seguridad y un futuro decoroso. Rogamos por las familias en dificultad, probadas en la enfermedad y el dolor, por aquellas en crisis, desunidas o laceradas de la discordia y de la infidelidad.”, manifestó el papa Benedicto XVI al comienzo de su intervención en la Iglesia del Niño Jesús de Praga.
Tras un momento de oración ante el milagroso Niño Jesús, Benedicto XVI se dirigió al presbiterio, acompañado del Secretario de Estado Vaticano, el Cardenal Tarcisio Bertone y del Arzobispo de Praga, el Cardenal Miloslav Vlk, donde recibió el saludo el Presidente de la Conferencia Episcopal Checa y arzobispo de Olomouc, Mons. Jan Graubner.
A los niños y las familias
En su alocución el Papa señaló que el Niño Jesús nos hace recordar que “cada ser humano es hijo de Dios y por lo tanto nuestro hermano y, como tal, de acoger y respetar”, y pidió para que la sociedad pueda comprender esa realidad y que “cada persona humana sea valorada entonces no por lo que tiene, sino por lo que es, ya que en el rostro de cada ser humano, sin distinción de raza y cultura, brilla la imagen de Dios.”
Benedicto XVI manifestó que los niños son “el futuro y la esperanza de la humanidad” y pidió ante el Niño Jesús “el respeto y la atención que merecen”. Igualmente se lamentó de “¡Cuántos niños no son queridos, ni acogidos, ni respetados! ¡Cuántos son víctimas de la violencia y cada forma de explotación de parte de personas sin escrúpulos!”.
Dirigiéndose directamente a los niños el Papa les dijo: “sois los predilectos del corazón del Niño Jesús, que sepáis corresponder su amor, y, siguiendo de ello el ejemplo, seáis obedientes, gentiles y caritativos. Aprendéis a ser, como Él, el consuelo de vuestros padres. Seáis verdaderos amigos de Jesús y siempre recurrís a él con confianza. Rogadlo por vosotros mismos, por vuestros padres, parientes, maestros y amigos, y también por mí.”
Al finalizar su intervención el papa Benedicto agradeció la acogida e impartió la Bendición a todos invocando “la protección del Santo Niño Jesús, de su Madre Inmaculada y de san José.”
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