Canonización Beato Nuño Alvares Pereira

Canonización del Beato Nuño Alvares Pereira
Basílica de San Pedro
Vaticano, 26 abril 2009
Nuño Alvares Pereira, fundador de la casa de Braganza, nació en Cernache de Bonjardim (Portugal) el 24 de julio de 1360. Condestable del Reino de Portugal, fue jefe invencible de los ejércitos militares en la guerra de independencia. Las gestas de este héroe nacional fueron cantadas por L. Camoes en Os Lusiadas. Cuando murió su mujer, entró en 1423 en Lisboa en el convento por él fundado para la Orden de los Carmelitas. Quiso ser un simple "donado" y tomó el nombre de fray Nuño de Santa María. Murió en este convento el Domingo de Resurrección de 1431 (1 de abril), habiendo dado a todos durante su vida un ejemplo de oración, penitencia, amor a los pobres y devoción filial a la Virgen. Su culto fue aprobado en 1918. Fuente: http://s2ew.ocarm.org/pls/ocarm/v3_s2ew_consultazione.mostra_pagina?id_pagina=719
Canonización
El B. Nuño de Sta. María Álvarez Pereira será canonizado el día 26 de abril de 2009 en San Pedro del Vaticano por su Santidad Benedicto XVI. El anuncio de la Canonización de diez Beatos ha sido dado por el mismo pontífice en el solemne Consistorio Público Ordinario que tuvo lugar en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano durante la celebración de la Hora Sexta.

NUÑO ÁLVARES PEREIRA nació en Portugal el 24 de junio de 1360, probablemente en Cernache do Bonjardim, siendo hijo ilegítimo de fray Álvaro Gonçalves Pereira, caballero de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén y prior de Crato, y de doña Iria Gonçalves do Carvalhal. Cuando tenía un año fue legitimado por decreto real, pudiendo así recibir la educación caballeresca típica de los descendientes de las familias nobles de la época. A los trece años llegó a ser paje de la reina Leonor y muy pronto, tras ingresar en la corte, fue investido caballero. A los dieciséis años, por voluntad de su padre, se casó con una joven y rica viuda, doña Leonor de Alvim. De esta unión nacieron tres hijos, dos varones, que murieron en temprana edad, y una niña, Beatriz, que posteriormente se casaría con el hijo del rey João I, Alfonso, primer duque de Bragança.
Al morir el rey Fernando, el 22 de octubre de 1383, sin dejar heredero varón, su hermano João se vio involucrado en la disputa por la corona lusitana, ambicionada por el rey de Castilla que se había casado con la hija del difunto rey. Nuño se puso de parte de João, el cual lo constituyó su condestable, es decir, comandante de su ejército. En varias ocasiones condujo Nuño el ejército portugués a la victoria, hasta que finalmente el conflicto tuvo su final con la batalla de Aljubarrota, el 14 de agosto de 1385.
Sin embargo, la capacidad militar de Nuño se mostraba temperada por una espiritualidad sincera y profunda. El amor a la eucaristía y a la Virgen constituían los pilares de su vida interior. Era asiduo en la oración mariana y ayunaba en honor de María los miércoles, viernes y sábados y en las vigilias de sus fiestas. Participaba cada día en la eucaristía, aunque sólo se podía recibir en las grandes festividades. El estandarte que él eligió como insignia personal mostraba las imágenes de Jesús Crucificado, de María y de los santos caballeros Santiago y Jorge. Con sus bienes construyó numerosas iglesias y monasterios, entre los que cabe mencionar el Carmen de Lisboa y la iglesia de Sta. María de la Victoria en Batalha.
Al morir su esposa, en 1387, Nuño no quiso contraer nuevo matrimonio siendo un ejemplo de vida casta. Tras el logro de la paz, donó a los supervivientes gran parte de sus bienes, de los cuales se desprendió totalmente cuando el año 1423 decidió entrar en el convento de los Carmelitas por él fundado, tomando el nombre de fray Nuño de Santa María. Conducido por el Amor, abandonó de esta manera las armas y el poder para dejarse revestir de la armadura espiritual que la Regla del Carmelo recomienda. De esta manera llevó a cabo un cambio radical de vida para recorrer en plenitud el camino de fe auténtica que él siempre había seguido. Él deseaba retirarse a una comunidad lejos de Portugal, pero el hijo del rey, don Duarte, se lo prohibió. Sin embargo, nadie ni nada pudo impedirle que se dedicara a hacer limosna a favor del convento y sobre todo a favor de los pobres, a los que asistía y servía de todas las maneras. Organizó para ellos la distribución diaria de alimentos y no se negaba nunca a sus peticiones. Al entrar en el convento, el condestable del rey de Portugal, el comandante del ejército y caudillo victorioso, el fundador y bienhechor de la comunidad carmelitana, no quiso privilegio alguno, sino que eligió para él el rango más humilde de hermano donato, poniéndose al total servicio del Señor, de María, la tierna Patrona siempre venerada, y de los pobres, en los cuales reconocía el rostro mismo de Jesús.
Fue significativo que fray Nuño de Santa María muriese el domingo de Pascua, 1 de abril de 1431, y que en seguida fuese considerado santo por el pueblo, que lo empezó a llamar “el Santo Condestable”.
Pero, si bien la fama de santidad de Nuño permaneció constante e incluso aumentó con el tiempo, el iter del proceso de canonización ha resultado complejo; fue iniciado muy pronto por los soberanos portugueses y después por la Orden Carmelitana, encontrando innumerables obstáculos de índole exterior, hasta que el año 1894 el P. Anastasio Ronci, entonces postulador general de los Carmelitas, consiguió retomar el proceso para el reconocimiento del culto ab immemorabili del Beato Nuño, el cual, a pesar de las dificultades de cada época, concluyó felizmente el 23 de diciembre de 1918 con el decreto Clementissimus Deus de S.S. Benedicto XV.
Sus reliquias fueron trasladadas varias veces de su primitivo sepulcro a la iglesia del Carmen, hasta que el año 1961, con ocasión del sexto centenario del nacimiento del Beato Nuño, se organizó una peregrinación con un precioso relicario de plata donde fueron depositadas las reliquias, pero éste fue robado poco después sin que se hayan encontrado las reliquias; en su lugar se colocaron algunos huesos que se habían conservado en otro lugar. El descubrimiento, el año 1996, del primitivo lugar de la tumba con algunos fragmentos de huesos de características idénticas a las referidas reliquias, avivó de nuevo el deseo de ver pronto al Beato Nuño proclamado Santo por la Iglesia. El postulador general de los Carmelitas, P. Felip Mª Amenós i Bonet, obtuvo la reapertura de la causa, la cual se vio avalada por un presunto milagro ocurrido el año 2000. Tras la conclusión de las respectivas investigaciones, el Santo Padre Benedicto XVI dispuso el 3 de julio de 2008 la promulgación del decreto sobre el milagro para la canonización, y en el Consistorio del día 21 de febrero de 2009 decretó que el Beato Nuño sea inscrito en el Registro de los Santos el día 26 de abril de 2009. Fuente: http://s2ew.ocarm.org/pls/ocarm/consultazione.mostra_pagina?id_pagina=1224 

La Conferencia Episcopal Portuguesa Con motivo de la canonización del Beato Nuño, que tendrá lugar el 26 de abril, la Conferencia Episcopal Portuguesa publicó el día 6 de marzo una pastoral con el título “Ejemplo heroico en tiempo de crisis”.
En ella, los obispos portugueses expresan su alegría y gratitud por la canonización del “hijo de nuestra tierra”.
El documento dice con énfasis que el Beato Nuño no es sólo el héroe nacional, sino sobre todo un modelo de santidad. Él siguió a Jesús de manera radical tomando “las armas espirituales de las que habla la carta a los Efesios (cf. Ef 6, 10-20) y la Regla del Carmelo: la coraza de la justicia, la espada del Espíritu (o sea, la Palabra de Dios), el escudo de la fe, la oración, el espíritu de servicio para anunciar el evangelio de la paz, la perseverancia en la práctica del bien.” Los obispos in dican las virtudes heroicas del nuevo santo teniendo presente el contexto de la actual crisis mundial y nacional. Su ejemplo puede “ayudar a responder a los retos del tiempo actual”. Entre otras cosas dicen que “en este contexto, el testimonio del Beato Nuño será una fuerza para realizar un cambio a favor de la justicia y de la fraternidad promoviendo un estilo de vida más sobrio y solidario, e iniciativas para compartir los bienes”. “Los obispos de Portugal proponen, pues, a los hombres y mujeres de hoy el ejemplo de vida de Nuño Álvares Pereira, que se orientó hacia los valores del evangelio, que procuró hacer el mayor bien a todos, estuvo dispuesto a luchar por los supremos intereses de la patria, y fue solícito en el servicio de los indefensos y de los pobres. Así seremos parte activa en la construcción de la sociedad más justa y fraterna que todos deseamos.” 
  El texto en portugués Nota Pastoral da Conferência Episcopal Portuguesa por ocasião da canonização de Nuno Álvares Pereira «Exemplo heróico em tempo de crise» 1. Nuno Álvares Pereira proclamado santo A 21 de Fevereiro de 2009, o Papa Bento XVI anunciou a canonização de D. Nuno Álvares Pereira – o já beato Nuno de Santa Maria – para o dia 26 de Abril, junto com outras quatro figuras ilustres da Igreja. Este facto é para Portugal e os portugueses motivo de júbilo e de esperança. Deve também constituir ocasião de reflexão sobre as qualidades e virtudes heróicas desta relevante personagem histórica, digna de ser conhecida e imitada nos dias de hoje. Nuno Álvares Pereira viveu em tempos difíceis de crise dinástica, com fortes divisões no tecido social e político português, que punham em perigo a própria identidade e independência da Nação. Os Bispos de Portugal, em nome de todos os católicos do nosso país, desejam exprimir a sua alegria e gratidão pelo reconhecimento oficial da santidade heróica de mais um filho da nossa terra. Ultrapassando a mera saudade do passado e assumindo, com realismo e esperança, o tempo que nos é dado viver, querem ressaltar algumas virtudes heróicas de Nuno Álvares Pereira, cuja imitação ajudará a responder aos desafios do tempo presente. 2. Breves dados biográficos Nascido em 1360, Nuno Álvares Pereira foi educado nos ideais nobres da Cavalaria medieval, no ambiente das ordens militares e depois na corte real. Tal ambiente marcou a sua juventude. As suas qualidades e virtudes impressionaram particularmente o Mestre de Aviz, futuro rei D. João I, que encontrou em D. Nuno o exímio chefe militar, estratega das batalhas dos Atoleiros, de Aljubarrota e Valverde, vencidas mais por mérito das suas virtudes pessoais e da sua táctica militar do que pelo poder bélico dos meios humanos e dos recursos materiais. Casou com D. Leonor Alvim de quem teve três filhos, sobrevivendo apenas a sua filha Beatriz, que viria a casar com D. Afonso, dando origem à Casa de Bragança. Tendo ficado viúvo muito cedo e estando consolidada a paz, decidiu aprofundar os ideais da Cavalaria e dedicar se mais intensamente aos valores do Evangelho, sobretudo à prática da oração e ao auxílio dos pobres. Assim, pediu para ser admitido como membro da Ordem do Carmo, que conhecera em Moura e apreciara pela sua vida de intensa oração, tomando o profeta Elias e Nossa Senhora como modelos no seguimento de Cristo. De Moura, no Alentejo, vieram alguns membros da comunidade carmelita, para o novo convento que ele mesmo mandara construir em Lisboa. Em 1422, entra nesta comunidade e, a 15 de Agosto de 1423, professa como simples irmão, encarregado de atender a portaria e ajudar os pobres. Passou então a ser Frei Nuno de Santa Maria. Depois de uma intensa vida de oração e de bem fazer, numa conduta de grande humildade, simplicidade e amor à Virgem Maria e aos pobres, faleceu no convento do Carmo, onde foi sepultado. Logo após a sua morte começou a ser venerado como santo pela piedade popular. As suas virtudes heróicas foram oficialmente reconhecidas pelo Papa Bento XV, que o proclamou beato, em 1918, passando a ter celebração litúrgica a 6 de Novembro.
3. Virtudes e valores afirmados na vida de Nuno Álvares Pereira D. Nuno Álvares Pereira não é apenas o herói nacional, homem corajoso, austero, coerente, amigo da Pátria e dos pobres, que os cronistas e historiadores nos apresentam. Ele é também um homem santo. A sua coragem heróica em defender a identidade nacional, o seu desprendimento dos bens e amor aos mais necessitados brotavam, como água da fonte, do amor a Cristo e à Igreja. A sua beatificação, nos começos do século XX, apresentou o ao povo de Deus como modelo de santidade e intercessor junto de Deus, a quem se pode recorrer nas tribulações e alegrias da vida. Conscientes de que todos os santos são filhos do seu tempo e devem ser vistos e interpretados com os critérios próprios da sua época, desejamos propor alguns valores evangélicos que pautaram a sua vida e nos parecem de maior relevância e actualidade. Os ideais da Cavalaria, nos quais se formou D. Nuno, podem agrupar se em três arcos de acção: no plano militar, sobressaem a coragem, a lealdade e a generosidade; no campo religioso, evidenciam se a fidelidade à Igreja, a obediência e a castidade; a nível social, propõem se a cortesia, a humildade e a beneficência. Foram estes valores que impregnaram a personalidade de Nuno Álvares Pereira, em todas as vicissitudes da sua vida, como documentam os seus feitos militares, familiares, sociais e conventuais.
Fazia também parte dos ideais da Cavalaria a protecção das viúvas e dos órfãos, assim como o auxílio aos pobres. Em D. Nuno, estes ideais tornaram se virtudes intensamente vividas, tanto no tempo das lides guerreiras como principalmente quando se desprendeu de tudo e professou na Ordem do Carmo. Como porteiro e esmoler da comunidade, acolhia os pobres de Lisboa, que batiam às portas do convento e atendia os com grande humildade e generosidade. Diz-se que teve aqui origem a «sopa dos pobres».
Levado pela sua invulgar humildade, iluminada pela fé, desprendeu se de todos os seus bens – que eram muitos, pois o Rei o tinha recompensado com numerosas comendas – e repartiu os por instituições religiosas e sociais em benefício dos necessitados. Desejoso de seguir radicalmente a Jesus Cristo, optou por uma vida simples e pobre no Convento do Carmo e disponibilizou-se totalmente para acolher e servir os mais desfavorecidos. Esta foi a última batalha da sua vida. Para ela se preparou com as armas espirituais de que falam a carta aos Efésios (cf. Ef 6, 10 20) e a Regra do Carmo: a couraça da justiça, a espada do Espírito (isto é, a Palavra de Deus), o escudo da fé, a oração, o espírito de serviço para anunciar o Evangelho da paz, a perseverança na prática do bem.
Precisamos de figuras como Nuno Álvares Pereira: íntegras, coerentes, santas, ou seja, amigas de Deus e das suas criaturas, sobretudo das mais débeis. São pessoas como estas que despertam a confiança e o dinamismo da sociedade, que fazem superar e vencer as crises. 4. Apelo à Igreja em Portugal e a todos os homens e mulheres de boa vontade Ao aproximar-se a data da canonização do beato Nuno Álvares Pereira, pelo Papa Bento XVI, em Roma, alegramo-nos por ver mais um filho da nossa terra elevado às honras dos altares. Algumas peregrinações estão a ser organizadas para marcar a nossa presença na Praça de S. Pedro, na festa da sua canonização, no dia 26 de Abril. Confiamos que outras iniciativas pastorais sejam promovidas para dar a conhecer e propor como modelo o exemplo de virtude heróica que nos deixou este nosso irmão na fé.
A pessoa e acção de Nuno Álvares Pereira são bem conhecidas do povo português. A nível civil, é lembrado em monumentos, praças e instituições; a nível religioso, é celebrado em igrejas, imagens e associações. Figura incontornável da nossa história, importa revitalizar a sua memória e dar a conhecer o seu testemunho de vida. Para além de ser um modelo de santidade, no seguimento radical de Cristo, que «não veio para ser servido mas para servir» (Mt 20, 28), apraz nos pôr em relevo alguns aspectos de particular actualidade, para todos os homens e mulheres de boa vontade:
– Nuno Álvares Pereira foi um homem de Estado, que soube colocar os superiores interesses da Nação acima das suas conveniências, pretensões ou carreira. Fez da sua vida uma missão, correndo todos os riscos para bem servir a Pátria e o povo. – Em tempo de grave crise nacional, optou corajosamente por ser parte da solução e, numa entrega sem limites, enfrentou com esperança os enormes desafios sociais e políticos da Nação. – Coroado de glória com as vitórias alcançadas, senhor de imensas terras, despojou se dos seus bens e optou pela radicalidade do seguimento de Cristo, como simples irmão da Ordem dos Carmelitas. – Não se valeu dos seus títulos de nobreza, prestígio e riqueza, para viver num clima de luxos e grandezas, mas optou por servir preferencialmente os pobres e necessitados do seu tempo. Vivemos em tempo de crise global, que tem origem num vazio de valores morais. O esbanjamento, a corrupção, a busca imparável do bem estar material, o relativismo que facilita o uso de todos os meios para alcançar os próprios benefícios, geraram um quadro de desemprego, de angústia e de pobreza que ameaçam as bases sobre as quais se organiza a sociedade. Neste contexto, o testemunho de vida de D. Nuno constituirá uma força de mudança em favor da justiça e da fraternidade, da promoção de estilos de vida mais sóbrios e solidários e de iniciativas de partilha de bens. Será também um apelo a uma cidadania exemplarmente vivida e um forte convite à dignificação da vida política como expressão do melhor humanismo ao serviço do bem comum.
Os Bispos de Portugal propõem, portanto, aos homens e mulheres de hoje o exemplo da vida de Nuno Álvares Pereira, pautada pelos valores evangélicos, orientada pelo maior bem de todos, disponível para lutar pelos superiores interesses da Pátria, solícita por servir os mais desprotegidos e pobres. Assim seremos parte activa na construção de uma sociedade mais justa e fraterna que todos desejamos. Fátima, 6 de Março de 2009
Programa previsto para la Canonización 25 de abril A las 19.30, en Santa María in Traspontina (Roma): Vigilia de oración presidida por el Prior General A las 21.00, en San Antonio de los portugueses (Roma): Vigilia de oración en lengua portuguesa, presidida por S. Em. el Card. Patriarca de Lisboa 26 de abril A las 10.00, Solemne Canonización (el acceso a la Plaza San Pedro inicia a las 8.30) 27 de abril A las17.00, en San Pablo extramuros (Roma): Santa Misa de acción de gracias en lengua portuguesa, presidida por S. Em. el Card. Patriarca de Lisboa. 28 de abril A las 18.30, en Santa María in Traspontina (Roma): Santa Misa de acción de gracias presidida por el Prior General.


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