Beata María de Jesús López Rivas

Beata María de Jesús, López Rivas.
Virgen de Nuestra Orden.
Celebración: 12 de Septiembre.


María López Rivas, nació en Tartanedo, pueblo de la provincia de Guadalajara (España), el 18 de agosto de 1560.

Al filo de los diecisiete años, ingresó en la fundación teresiana de San José de Toledo. Aquí, entregada a la alabanza divina, pasó toda la vida, menos los meses que permaneció en Cuerva al fundarse allí el monasterio de descalzas.

Portada de la Virgen de la Hoz, santuario al que, según tradición, acudía la beata en su niñez y adolescencia. Está muy próximo a Molina y en su época eran varias las ocaciones en las que a esta villa acudía en rogativa a lo largo del año a este santuario mariano. Está en el término municipal de Ventosa.

Acabó sus días en la Ciudad Imperial de Toledo el 13 de septiembre de 1640. Fue una monja muy apreciada de Santa Teresa que la llamaba cariñosamente Mi Letradillo.
Alcanzó el sublime conocimiento de Cristo Jesús mediante una altísima contemplación de sus misterios, avivada en las celebraciones litúrgicas. El 14 de noviembre de 1976 fue beatificada por Pablo VI.
Pila bautismal en Tartanedo, en la que fue bautizada María de Jesús.

Oremos: Oh Dios, que otorgaste a la Beata María de Jesús el don de la contemplación de los misterios de tu Hijo, hasta reflejar en sí misma la imagen de su amor; concédenos, por su intercesión, una fe que busque en todo a Jesús, y un amor que lo haga presente entre nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

BEATA MARIA DE JESÚS LÓPEZ RIVAS, virgen, 1560-1640

"El letradillo"- como la llamará la gran doctora Teresa de Jesús y así lo seguirán haciendo todos los historiadores - nació en Tartanedo (Guadalajara) el 18 de agosto de 1560.
Pronto llegaron pruebas a su corazón, ya que siendo todavía muy niña, murió su padre y se vio obligada a emigrar a Molina de Aragón, al lado de sus abuelos paternos.
Aquí creció en edad y formación cristiana, ya que ellos vivían muy seriamente la fe de Jesucristo.

Imagen de la Beata en el altar que se hizo de la iglesia de Tartanedo tras su Beatificación
La niña María conoció desde muy jovencita al Padre Castro, jesuita, quien la encaminó hacia el Carmelo.
No disfrutó nunca de buena salud y esto le hizo pasar muchos apuros y no pocos desdenes hasta de las mismas religiosas que no querían ligarse con una enferma para siempre.
Pero intervino la Madre Teresa y dijo al recibirla y ofrecerla a la Comunidad de Toledo en 1577: "Hijas mías, les envío esta hija mía con cinco mil ducados de dote, pero hágoles saber que ella es tal, que cincuenta mil diera yo de muy buena gana. Mírenmela no como a las demás, porque espero en Dios que ha de ser un prodigio".

Torre parroquial de Tartanedo
No sabemos si es auténtica o no esta carta de la gran Doctora, pero si una cosa es cierta: tenía en alto concepto la santa Madre a esta hija de Tartanedo.
A pesar de sus enfermedades vistió el hábito de carmelita el 12 de agosto de 1577 e hizo la profesión el 8 de septiembre de 1578.
Santa Teresa llegó a calar profundamente en su alma y veía en ella ricos quilates que sabía darían su fruto en el futuro.

Torres del alcázar de Molina (siglo XIII)
No se equivocó. La misma Santa dijo en otra ocasión: "Estoy segura que será más dichoso el convento que la tenga que todos los demás, porque aun cuando sea para estar en cama toda la vida, la quiero tener en mi casa".
Las enfermedades que siempre la aquejaron no acortaron su vida ya que murió muy anciana, a pesar de haber vivido con todo su rigor la dura vida de carmelita contemplativa y de haber trabajado duramente a lo largo de toda su vida.

Vidriera de la beata en la Iglesia Parroquial de Tartanedo
Nunca aceptaba dispensas de ninguna clase. Como muy bien decía la santa Madre, la enfermedad que más la aquejaba era la "enfermedad del amor" que sentía tan hondo y grande por el Señor.
Desempeñó varios cargos: sacristana, enfermera, maestra de novicias, priora, subpriora, etc... y todos estos cargos los desempeñó con gran entrega y caridad.

Palacio de los Montesoro, en Molina y Aragón, donde vivió tras la muerte de su padre; se trataba de una importante casa ganadera propiedad de sus abuelos y tíos, y donde fue educada hasta su traslado a Toledo.

Todos acudían a ella para pedirle consejo y la amaban con toda su alma. La misma Madre Teresa en más de una ocasión acudió a ella para que le solucionara algunas dificultades que tenía sobre la vida de oración y siempre encontró en Hermana María de Jesús luz y sabia orientación. Por ello la bautizó con el cariñoso nombre de "mi letradiIlo": Así debe ser como dices, "letradillo mío".

Capilla particular de los Montesoro, que tenía en esa iglesia la familia de la Beata.

Era un alma sencilla y de un candor angelical. Fue muy amada del Señor que le infundió gracias y carismas extraordinarios de todo tipo pero sobre todo le hizo vivir las maravillas de la vida contemplativa en la que llegó a hacer grandes progresos.
Sus devociones predilectas fueron el Sagrado Corazón de Jesús, el Santísimo Sacramento y la Virgen María, especialmente en el misterio de la Asunción .
    El famoso P. Jerónimo Gracián ( + 1614) que la conoció y trató mucho, veintiséis años antes de morir ella ya la elogió grandemente en su obra Peregrinación de Anastasio.
Murió el 13 de septiembre de 1640. Fue beatificada el 14 de noviembre de 1976.

Fotos de Tartanedo, Molina y los Montesoro: Diego Sanz Martínez


OFICIO PROPIO

Del Común de vírgenes o de santas mujeres: para los religiosos.

Oficio de lectura
SEGUNDA LECTURA
De Las Moradas de santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia.
(Moradas VI 7, 10-13; Moradas II 1, 11: EDE, 2000)
Ninguno subirá a mi Padre sino por mí

Llamo yo meditación a discurrir mucho con el entendimiento de esta manera: comenzamos a pensar en la merced que nos hizo Dios en darnos a su único Hijo y no paramos allí, sino vamos adelante a los misterios de toda su gloriosa vida; o comenzamos en la oración del huerto y no para el entendimiento hasta que está puesto en la cruz, o tomamos un paso de la pasión –digamos como el prendimiento–, y andamos en este misterio considerando por menudo las cosas que hay que pensar en él y que sentir así de la traición de Judas como de la huida de los apóstoles y todo lo demás; y es admirable y muy meritoria oración.

      No es posible que pierda memoria el alma que ha recibido tanto de Dios, de muestras de amor tan preciosas, porque son vivas centellas para encenderla más en el que tiene a nuestro Señor, sino que no se entiende, porque entiende el alma estos misterios por manera más perfecta; y es que se los representa el entendimiento, y estámpanse en la memoria de manera que de sólo ver al Señor caído con aquel espantoso sudor en el huerto, aquello le basta para no sólo un hora sino muchos días.

     Es larga la vida y hay en ella muchos trabajos y hemos menester mirar a nuestro dechado, Cristo, cómo los pasó, y aun a sus apóstoles y santos para llevarlos con perfección. Es muy buena compañía el buen Jesús para no nos apartar de ella y su Sacratísima Madre, y gusta mucho de que nos dolamos de sus penas.

      El mismo Señor dice: Ninguno subirá a mi  Padre sino por mí... y quien me ve a mí ve a mi Padre. Pues, si nunca le miramos ni consideramos lo que le debemos y la muerte que pasó por nosotros, no sé cómo le podemos conocer ni hacer obras en su servicio, porque la fe sin ellas y sin ir llegadas al valor de los merecimientos de Jesucristo, bien nuestro, ¿qué valor pueden tener, ni quién nos despertará a amar a este Señor? ¡Plega a su Majestad nos dé a entender lo mucho que le costamos y cómo no es más el siervo que el Señor y qué hemos menester obrar para gozar su gloria y que para esto nos es necesario orar, para no andar siempre en tentación!

RESPONSORIO Cf. Col 2, 2. 3. 6. 7

R/. Que sus corazones se llenen de ánimo y, estrechamente unidos en el amor mutuo, alcancen en toda su riqueza la plena inteligencia y el perfecto conocimiento del misterio de Dios, que es Cristo. * En él están encerrados todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
V/. Por tanto, ya que habéis aceptado a Cristo Jesús, el Señor, proceded unidos a él, arraigados y edificados en él. * En él están encerrados.

Laudes
Benedictus, ant. Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos.

Oración
Oh Dios, que concediste a la beata María de Jesús el don de la contemplación de los misterios de tu Hijo, hasta reflejar en sí misma la imagen de su amor; concédenos, por su intercesión, una fe que busque en todo a Jesús, y un amor que lo haga presente entre nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.

Vísperas
Magníficat, ant. Estad alegres en la medida que compartís los sufrimientos de Cristo, de modo que, cuando se revele su gloria, gocéis de alegría desbordante.



1 comentario:

MEJORAM dijo...

Existe alguna asociación o agrupación de laicos Carmelitas?

Existe una en Mérida Yucatán , México?

Existe un grupo de Carmelitas que estén en el movimiento de Renovación Carismática?

Laicos simpatisantes de los Carmelitas que sean de la Renovación?

Bueno yo soy de Renovación , y soy admirador y devoto de San Juan de la Cruz, Sta. Teresa de Jesús, Sta. Teresita del Niño Jesús, Beata Isabel de la Trinidad y Edith Stein. Dios les bendiga
Ramiro