Teresa de San Agustín y Compañeras,
Celebración: 17 de Julio.
(Vaticano 18-12-2024)
El Papa Francisco, con el procedimiento de canonización equivalente, ha decidido extender a la Iglesia universal el culto a las 16 monjas carmelitas descalzas de Compiègne guillotinadas durante la Revolución Francesa.
La beata Teresa de San Agustín y quince compañeras de la orden de las Carmelitas Descalzas de Compiègne, asesinadas in odium fidei durante la Revolución Francesa, son santas. El Papa Francisco lo estableció durante la audiencia de hoy con el cardenal prefecto Marcello Semeraro.
Tras aprobar los votos favorables de la sesión ordinaria de los cardenales y obispos miembros del Dicasterio, el Papa ha decidido extender a la Iglesia universal el culto a la beata Teresa de San Agustín (nacida María Magdalena Claudia Lidoine) y a sus 15 compañeras carmelitas de Compiègne, que sufrieron el martirio el 17 de julio de 1794 en París (Francia), registrándolas directamente en el catálogo de los Santos. En su caso, se siguió el procedimiento de canonización equivalente, práctica iniciada por Benedicto IV, con la cual el Papa extiende a toda la Iglesia, mediante un decreto vinculante, el culto a un siervo de Dios aún no canonizado.
La Comunidad de Compiègne fue la quincuagésima tercera fundación de la orden en Francia, ocurrida tras la llegada al país de la beata Ana de Jesús, discípula de santa Teresa de Ávila. Al estallar la Revolución, miembros del Comité local de Salud Pública acudieron al convento para persuadir a las monjas de que abandonaran la vida religiosa. Se negaron y cuando - entre junio y septiembre de 1792 - los episodios de violencia aumentaron, siguiendo la inspiración de la priora, sor Teresa de San Agustín, todas se ofrecieron al Señor como sacrificio para que la Iglesia y el Estado pudieran encontrar paz de nuevo.
Expulsadas del monasterio, separadas y vestidas de civil, continuaron su vida de oración y penitencia, aunque divididas en cuatro grupos en varios puntos de Compiègne, pero unidas por correspondencia, bajo la dirección de la superiora. Descubiertas y denunciadas, el 24 de junio de 1794, fueron trasladadas a París y encerradas en la prisión de la Conciergerie, donde ya se encontraban numerosos sacerdotes, religiosos y religiosas condenados a muerte.
Incluso en cautiverio las monjas carmelitas fueron ejemplares. El 17 de julio, el día después de la fiesta de Nuestra Señora del Carmen que habían celebrado en prisión, cantando himnos de júbilo, las dieciséis fueron condenadas a muerte por el tribunal revolucionario, entre otros motivos, por "fanatismo" en relación con su ferviente devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y María.
Distribuidas en dos carros, mientras las conducían a la ejecución, cantaban los salmos y, llegando al pie de la guillotina, entonaban el Veni creador, renovando uno tras otro sus votos. Sus cuerpos fueron enterrados en una fosa común, junto con los de otros condenados en el lugar que se convirtió en el actual cementerio de Picpus, donde una placa recuerda su martirio. Fueron beatificadas en la Basílica de San Pedro por San Pío X , el 27 de mayo de 1906.
Fuente: vaticanistannews (18-12-2024)(https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2024-12/papa-carmelitas-descalzas-guillotinadas-1794-paris-santas.html
CONCEPTO:
Mediante una canonización equivalente o canonización equipollente ( del latín: equipollens canonizatio ), un papa puede optar por renunciar a los procesos judiciales, la atribución formal de milagros y los exámenes científicos que suelen implicar la canonización de un santo . Esto puede tener lugar cuando el santo ha sido venerado desde la antigüedad y de forma continua por los fieles.
Fuente: Wikipedia

“Al desatarse las iras antirreligiosas de la Revolución Francesa en 1792 la priora de las carmelitas de Compiègne, Teresa de San Agustín, convocó un día a toda la comunidad y expuso a las monjas qué podrían hacer ellas, pobres mujeres, en aquellos aciagos momentos por los que atravesaba la Iglesia de Francia y de acuerdo con los fines fundacionales del monasterio. Sugirió la posibilidad de ofrecer sus vidas como “víctimas expiatorias”; ella al menos estaba dispuesta a hacerlo. Dos religiosas ancianitas se resistían a ello, aterrorizadas con la sola idea de sentir sobre

Cristo de Compiègne
Arrojadas de su monasterio, las dieciséis carmelitas se distribuyeron en cuatro grupos por diferentes lugares de la ciudad, perseverando en su vida de oración y ofrecimiento, coordinadas siempre por la M. Teresa. Durante los tiempos más duros de la Revolución fueron delatadas; la orden de búsqueda y captura dada por aquella oficialidad intolerante dio como resultado (el 24 de junio de 1794) la reclusión de las monjas en el Monasterio de las Salesas transformado en cárcel; desde aquí serían transportadas a París el día 13 de julio de 1794 y conducidas a la terrible prisión de la Conciergerie donde aguardaban multitud de religiosos y seglares condenados a muerte y a la espera de que se cumpliese la pena capital.


El 16 de julio, conmemoración de Nuestra Señora del Carmen, las monjas compusieron unas letrillas que escribieron con unos tizones sobre trozos de papel que luego repartieron; todos corearon las canciones de las religiosas con música de la Marsellesa, el himno revolucionario que nadie les podía prohibir; eran enardecidas loas a la esperanza, un canto de júbilo hecho plegaria y expresión de una viva fe. Al día siguiente fueron condenadas a muerte por el tribunal revolucionario en juicio sumarísimo y por la vía rápida: aquellas monjas eran demasiado peligrosas para los reclusos. Ese mismo día 17 de julio debían ser ejecutadas.
El cortejo de aquellas religiosas por las calles de París, camino del cadalso, no era el espectáculo fúnebre al que estaba acostumbrado a presenciar el populacho parisiense, sino algo muy singular: sobre una carreta al descubierto las dieciséis carmelitas iban cantando en gregoriano el Miserere y la Salve Regina. Y cuando avistaron el lugar del holocausto entonaron el Te Deum,
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La literatura que ha popularizado tanto este hecho histórico nos habla de la indecisión de la joven novicia Sor Constanza a entregar su vida en testimonio de su fe. Pero mucho más de admirar es, a nuestro juicio, la entereza de aquellas ancianas carmelitas, Sor Ana María de Jesús Piedcourt y Sor Carlota de la Resurreción Thouret, ambas de 79 años, entregando sus vidas repletas de generosidad en testimonio de su amor y fidelidad a Jesucristo” En comillas, fuente: http://www.ocarm.org/carmspir/csdesp19.htm#2.6
Ocurrió este martirio en París el 17 de julio de 1794. El Papa San Pío X las beatificaba el 27 de Mayo de 1906.
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Hna. San Luis (María Ana Francisca Brideau), nace en Belfort.
Hna. de Jesús Crucificado (María Ana Piedcourt), nace en Paris.
Hna. de la Resurrección (Ana María Magdalena Carlota Thouret), nace en Mouy (Oise).
Hna. Eufrasia de la Inmaculada Concepción (María Claudia Cipriana Brard),nace en Bourth Eure.
Hna. Enriqueta de Jesús (María Francisca Gabriela de Croissy) nace en París.
Hna. Teresa del Corazón de María (María Ana Hanisset), nace en Reims.
Hna. Teresa de San Ignacio (María Gabriela Trézel), nace en Compiègne.
Hna. Julia Luisa de Jesús (Rosa Chrétien), nace en Evreux (Eure).
Hna. María Enriqueta de la Providencia (Anita Pelras), nace en Cajarc.
Hna. Constanza (María Juana Meunier), nace en Saint-Denis.
Hna. María del Espíritu Santo (Angélica Roussel), nace en Fresnes.
Hna. Santa María (María Dufour), nace en Bann´s.
Hna. San Francisco Javier (Isabel Julieta Verolot), nace en Lignières.
Luisa Catalina Soiron, tornera, nace en Compiègne.
Teresa Sairon, tornera, nace en Compiègne.
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