Mártires de Rochefort
Celebración: 18 de Agosto.
* BEATO JUAN BAUTISTA DUVERNEIL, (P. Léonard de Angoulême) Martir. Nació en Limoges en 1737. Algunos historiadores aventuran otro lugar y otra fecha de nacimiento;
* BEATO MIGUEL LUIS BRULARD Vió la luz en Chartres el 11 de junio de 1758. Martir del Convento de Charenton.
* BEATO SANTIAGO GAGNOT (Uberto di S. Claudio), vino al mundo en Frolois el 9 de febrero de 1753. Mártir de Nancy.
Los tres, por diversos caminos, siguieron la llamada al Carmelo Teresiano. Su vida en la Orden fue una generosa preparación para afrontar victoriosamente su futuro martirio.
Estos hermanos nuestros, por su fidelidad a Dios, a la Iglesia y al Papa, fueron objeto de hostigamiento, condena y prisión.
Hacinados con otros muchos compañeros en un barco negrero el Les deux asocies- , hubieron de sufrir toda clase de penalidades, privaciones e injurias. En esta situación dramática, supieron ejercitar para con los demás prisioneros los actos más delicados de caridad y de servicio.
Agotados por los sufrimientos físicos y morales, consumaron su martirio: El P. Juan Bautista el 1 de enero de 1794, el P. Miguel Luis el 25 del mismo mes y el P. Santiago el 10 de septiembre del citado año.
Estas muertes por la fe tuvieron lugar en la bahía de Rochefort, en el litoral atlántico de Charente-Maritime. Fueron beatificados por el Papa Juan Pablo II el 1 de Octubre de 1995.
Oremos: Señor, Dios nuestro, que a los beatos Juan Bautista, Miguel Luis, Santiago, sacerdotes y compañeros mártires, diste la gracia de la fidelidad y del perdón en los momentos de sufrimiento y de prueba; concédenos, por su intercesión, vivir siempre fieles a tu Iglesia y abiertos a la reconciliación con nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DEL 18 DE AGOSTO
BEATOS JUAN BAUTISTA; MIGUEL LUIS Y SANTIAGO
Mártires
(Rochefort 1794)
Del común de mártires
Memoria libre
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que a los beatos Juan Bautista, Miguel Luis, Santiago, sacerdotes, y compañeros mártires, diste la gracia de la fidelidad y del perdón en los momentos de sufrimiento y de prueba, concédenos, por su intercesión, vivir siempre fieles a tu Iglesia y abiertos a la reconciliación con nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Señor, Dios nuestro, que a los beatos Juan Bautista, Miguel Luis, Santiago, sacerdotes, y compañeros mártires, diste la gracia de la fidelidad y del perdón en los momentos de sufrimiento y de prueba, concédenos, por su intercesión, vivir siempre fieles a tu Iglesia y abiertos a la reconciliación con nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo.
PREFACIO DE LOS SANTOS MARTIRES
EL MARTIRIO, TESTIMONIO Y EJEMPLO
V./ El Señor esté con vosotros.
R./ Y con tu espíritu.
V./ Levantemos el corazón.
R./ Lo tenernos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque la sangre del glorioso mártir san N.,
derramada, corno la de Cristo,
para confesar tu nombre,
manifiesta las maravillas de tu poder;
pues en su martirio, Señor,
has sacado fuerza de lo débil,
haciendo de la fragilidad
tu propio testimonio;
por Cristo nuestro Señor.
Por eso,
corno los ángeles te cantan en el cielo,
así nosotros en la tierra te aclamarnos
diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo ...
PRIMERA LECTURA
Dichoso el hombre que soporta la prueba
Hermanos míos:
Considerad un gran gozo cuando os veáis rodeados de toda clase de pruebas, sabiendo que la autenticidad de vuestra fe produce paciencia; pero que la paciencia lleve consigo una obra perfecta, para que seáis perfectos e íntegros, sin ninguna deficiencia.
Bienaventurado el hombre que aguanta la prueba, porque, si sale airoso, recibirá la corona de la vida que el Señor prometió a los que lo aman.
Palabra de Dios.
V/. Gustad y ved qué bueno es el Señor.
R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R/.
El ángel del Señor acampa
en torno a quienes lo temen y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor;
dichoso el que se acoge a él. R/.
Aleluya 1Cor 1, 18
Aleluya, aleluya.
El mensaje de la cruz es necedad para los que se pierden;
pero para los que se salvan, para nosotros, es fuerza de Dios.
Aleluya.
EVANGELIO
El que pierda su vida por mi causa la salvará
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 23-26
En aquel tiempo, dirigiéndose a todos, decía Jesús:
― «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo? Pues si uno se avergüenza de mí y de mis palabras, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria, en la del Padre y en la de los ángeles santos».
Palabra del Señor.
PRIMERA LECTURA
Dichoso el hombre que soporta la prueba
Lectura de la carta del apóstol Santiago 1, 2-4. 12
Hermanos míos:
Considerad un gran gozo cuando os veáis rodeados de toda clase de pruebas, sabiendo que la autenticidad de vuestra fe produce paciencia; pero que la paciencia lleve consigo una obra perfecta, para que seáis perfectos e íntegros, sin ninguna deficiencia.
Bienaventurado el hombre que aguanta la prueba, porque, si sale airoso, recibirá la corona de la vida que el Señor prometió a los que lo aman.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
V/. Gustad y ved qué bueno es el Señor.
R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R/.
El ángel del Señor acampa
en torno a quienes lo temen y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor;
dichoso el que se acoge a él. R/.
Aleluya 1Cor 1, 18
Aleluya, aleluya.
El mensaje de la cruz es necedad para los que se pierden;
pero para los que se salvan, para nosotros, es fuerza de Dios.
Aleluya.
EVANGELIO
El que pierda su vida por mi causa la salvará
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 23-26
En aquel tiempo, dirigiéndose a todos, decía Jesús:
― «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo? Pues si uno se avergüenza de mí y de mis palabras, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria, en la del Padre y en la de los ángeles santos».
Palabra del Señor.
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